La gastronomía supone un gran atractivo turístico para muchos destinos. El turismo gastronómico está en auge en nuestro país y cada vez son más los interesados en degustar algunas de las delicias que ofrece nuestra dieta mediterránea. La oferta gastronómica es muy variada y amplia, dependiendo de las costumbres y las raíces de cada zona.

Los visitantes se interesan por descubrir qué productos degustan. También conocer el lugar de procedencia y cuáles son las tradiciones culinarias del sitio que visitan. En definitiva, no se trata sólo de sentarse a comer, sino de experimentar una experiencia donde se mezclen el paisaje, la gente, el ambiente, la naturaleza, los productos o las costumbres del lugar. Todo vale en este puzzle que despertará las mejores sensaciones de quienes se decidan a probarlo.

En las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, los productos de calidad se unen a una tradición gastronómica que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Sus recetas han sido cuidadas por sus habitantes en una zona rodeada por valles, montañas, ríos y productos de calidad que van desde las hortalizas de sus huertas, el prestigioso aceite de oliva virgen extra de la Sierra de Segura o la magnífica carne de los animales que habitan sus pastos, como el famoso cordero segureño.

A los platos tradicionales de la Sierra de Segura elaborados con el mayor cariño y empeño, se le une la innovación de nuevas recetas que han ido apareciendo con los años y que son el reflejo de la calidad del “boom” de la nueva gastronomía que hay en el panorama nacional y que ha traspasado fronteras. Por ello, el restaurante El Tranco ha apostado por la mezcla de tradición e innovación culinaria.

Una carta a gusto de todos y con un amplio abanico de posibilidades donde poder elegir, rodeados por las inigualables vistas del embalse del Tranco, en un restaurante decorado con estilo y con los mejores profesionales al servicio de los visitantes. Todo ello sin olvidarnos de la gran variedad de vinos de la zona.

En definitiva, una comida típica de la Sierra de Segura que ha evolucionado hasta el punto de ofrecer platos cuyo diseño se ha cuidado con especial cariño, preservando su esencia y con la finalidad de sorprender. Quienes lo degusten disfrutarán de una experiencia gastronómica, saludable y en un entorno natural idílico capaz de despertar todos sus sentidos.